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Abrazando al Universo


Es verdad que todo aquél que se sale de la norma, incomoda a la sociedad. Tanto es verdad, como la locura de adaptarse a una sociedad que no vive en paz.

Para ser diferente hay que serlo de verdad, es decir el que es diferente no es que quiera serlo, sino que simplemente lo es.

Aunque El amor, siendo humano, tiene algo de divino, pues hasta Dios amó, al ser diferente la primera reacción de los que te rodean, aunque te amen, será resistirse al cambio, rechazar lo desconocido, y no descansar hasta probar que el nuevo modelo propuesto que insiste en establecerse ante la tradición del sentido común, es equivocado.

Y es comprensible, pues para aceptar lo diferente hay que aceptar que las cosas también puedan hacerse de otra manera con éxito, y eso pues, amigos, toma una gran sapiencia, ya que es naturaleza humana adueñarse de la verdad, como si fuera sólo una.

Observar el cambio en otros, y ser testigos de su felicidad y éxito, causa un cuestionamiento directo a nuestro propio existir. Después de todo es condicionamiento humano el deseo de ser el #1.

De ahí que, si eres diferente, abrazar al Universo es indispensable para ti. Para abrazar al Universo hay que escuchar su mensaje. Generalmente sus señales son claras. Cuando vas por el camino adecuado aplaudirá tu esfuerzo manifestando tus deseos, en tandem. Cuando vas por el camino equivocado habrá obstáculos y sentirás como si nada saliera como tú lo deseas.

La lección se repite hasta ser aprendida, así que observar nuestra vida e identificar los patrones que se repiten una y otra vez es algo sencillo. Cuando sientas que has topado con la misma pared, pregúntate, qué es lo que no logras entender, y a qué te aferras. Es decir, observa si lo que quieres es realmente para ti, si lo que te has propuesto verdaderamente es lo que te corresponde, y si lo quieres controlar no es lo aquello que ya te controla. Sobre todo, no pierdas tu poder, no se lo cedas a otros, y jamás calles tu propia voz para ser aceptado por lo demás. Porque, y esto te lo digo por experiencia y no por opinión, siempre habrá alguien que comparta tu sentir y vea la vida como tú la ves. Esa es tu tribu. No pierdas la fe, y sigue conectando con amistad incondicional, hasta encontrar tu espacio, no el espacio donde sobresalgas por ser diferente, sino el espacio donde el ser diferente sea lo que te una a los demás.

Uno llega a la vida como un regalo divino, con la divinidad del Ser, con una intención clara, y un Don. El Don de Ser único. La única condición es que ese Don que te ha sido concedido sólo a ti, sea utilizado para el bien de todos los seres, para el bien del Universo entero. Al crecer se nos olvida que la felicidad es el estado natural, y en vez de cultivarla emprendemos el camino en su búsqueda. En el trayecto confundimos la realidad con las ambiciones ajenas. Imitamos a la luz, y creamos Dioses falsos basados en la ilusión de lo que parece brillar. Buscamos fama, dinero, aplauso, admiración, y la celebración continua de nuestra mortalidad. Se nos olvida que somos inmortales, y que seguiremos repitiendo la misma historia hasta transcenderla. Vida tras vida repetimos los patrones que afirman nuestro Ego, creyendo que en algún momento lograremos el éxito de Ser.

La pregunta es: ¿Eres Feliz? ¿Realmente Feliz? ¿Vives en Paz? ¿Haces feliz a otros y contribuyes a que vivan en paz? ¿Si te llegara la muerte en este mismo momento, te sentirías satisfecho? ¿Has abrazado al Universo? ¿Aceptaste tu Don, para el beneficio de la humanidad? ¿Estás listo para el juicio final?

Felicidades. Despertar a la realidad innata del Ser es un acto de valentía. Ser diferentes es, sin duda, el motor que evoluciona la consciencia colectiva; cultura tras cultura, siglo tras siglo, civilización tras civilización. ¿Acaso no fue por ello que Jesús fue crucificado? ¿Por ser diferente e insistir en inspirar a los demás a abrazar la virtud, el Amor y la Paz, en tiempos de guerra? Aceptar que uno está aquí para dar amor y nada más, requiere de determinación. De renunciar al Ego para lograr estar en el mundo, sin perderse en él, y dejar de ver las cosas como uno quiere que sean, para aprender a verlas como son.

Tú tienes un Don, más allá del placer y del sufrimiento. Más allá del cielo y de la Tierra. Y ese es tu regalo. No te vayas sin haberlo dado.

Abraza al Universo.



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